Hace algunos años, muchos, me contaron esta historia. Tal vez no sean las mismas palabras, pero, como me la contaron, yo la cuento:
Cuentan que unos ciudadanos de la polis de Atenas acudieron al oráculo de Delfos y formularon la pregunta:
-¿Quién es el hombre más sabio de Grecia?
-Sócrates.
Como quiera que estos hombres eran amigos de Sócrates, se pusieron muy contentos y fueron a verlo para participarle de la noticia.
-Maestro, el oráculo te reconoce como el hombre más sabio de Grecia.
-Yo... no es posible -respondió Sócrates- yo soy un hombre sencillo, que estudia, pero no sé nada de esto ni de aquello, muy poquito de acá, casi nada de allá. Me gustaría saber mucho de eso y algo de esotro.
Y no es que Sócrates pecara de falsa modestia, realmente pensaba que había en Grecia, hombres más sabios que él.
Sócrates pasó las semanas siguientes hablando con los sabios de Atenas y les preguntaba:
-Tú eres un gran sabio, dime, ¿qué sabes tú?
-Yo sé esto y aquello -le decían-, acá soy un experto y allá me defiendo.
Pero no halló ninguno que supiera más que él de nada. Así que cogió una bolsa ligera, como le es propio a los hombres sabios de la antigüedad, y se puso a recorrer Grecia entera para buscar a los hombres más sabios. Tras tres años de viaje volvió a Atenas y sus amigos corrieron a su encuentro:
-¿Te has convencido, maestro, de que eres el hombre más sabio de toda Grecia?
-Sí -dijo Sócrates-. Pero no es por lo que sé, sino porque sé que no sé, mientras que todos los demás se precian de su ignorancia.
Sócrates era un hombre ignorante; tanto, que nunca hubiera editado en wikipedia. Su hallazgo fue descubrir al mundo que, si bien el saber de un hombre puede causar admiración por ser inmenso, su ignorancia siempre será infinita.
Cuentan que unos ciudadanos de la polis de Atenas acudieron al oráculo de Delfos y formularon la pregunta:
-¿Quién es el hombre más sabio de Grecia?
-Sócrates.
Como quiera que estos hombres eran amigos de Sócrates, se pusieron muy contentos y fueron a verlo para participarle de la noticia.
-Maestro, el oráculo te reconoce como el hombre más sabio de Grecia.
-Yo... no es posible -respondió Sócrates- yo soy un hombre sencillo, que estudia, pero no sé nada de esto ni de aquello, muy poquito de acá, casi nada de allá. Me gustaría saber mucho de eso y algo de esotro.
Y no es que Sócrates pecara de falsa modestia, realmente pensaba que había en Grecia, hombres más sabios que él.
Sócrates pasó las semanas siguientes hablando con los sabios de Atenas y les preguntaba:
-Tú eres un gran sabio, dime, ¿qué sabes tú?
-Yo sé esto y aquello -le decían-, acá soy un experto y allá me defiendo.
Pero no halló ninguno que supiera más que él de nada. Así que cogió una bolsa ligera, como le es propio a los hombres sabios de la antigüedad, y se puso a recorrer Grecia entera para buscar a los hombres más sabios. Tras tres años de viaje volvió a Atenas y sus amigos corrieron a su encuentro:
-¿Te has convencido, maestro, de que eres el hombre más sabio de toda Grecia?
-Sí -dijo Sócrates-. Pero no es por lo que sé, sino porque sé que no sé, mientras que todos los demás se precian de su ignorancia.
Sócrates era un hombre ignorante; tanto, que nunca hubiera editado en wikipedia. Su hallazgo fue descubrir al mundo que, si bien el saber de un hombre puede causar admiración por ser inmenso, su ignorancia siempre será infinita.
10 comentarios:
¿Eso no lo habrás escrito para abofetear sin mano a tanto engreído como pulula por la wiki, no? Además, ¿no sabes que la autoridad moral es, la mayoría de las veces, un buen sucedáneo de la sabiduría?
Los engreídos pululan no solo por la wiki, sino por el mundo entero.
Prometo que esta vez no lo he escrito pensando en nadie. Pero acabo hace un rato he dejado preparadas un par de entradas para este fin de semana (a ver si alguien me enseña a programarlas) que pueden ser adivinanzas.
Opciones -> pones fecha futura -> publicar. Listo.
Siempre hay alguien mirando... Muchas gracias.
Así que Sócrates ignoraría la norma. En Wikipedia la cicuta es un bloqueo, por cierto.
Yo creo, Gaeddal, que Sócrates nunca ignoraría la norma, seguiría el pilar básico. Aunque a Sócrates le acusaron de no respetar a los dioses y de "corruptor de la juventud", Sócrates era un firme creyente en las normas de su polis, hasta el punto de no querer exiliarse y preferir, para ser consecuente, tomar la cicuta.
Sería como alguien que por seguir el pilar de USC prefiriera, antes que dejar el café, retirarse de wikipedia; si bien esto es reversible y la cicuta, no.
¡Minipunto y punto para el equipo del pájaro extinto!
¡Tú calla y termina de beberte la cicuta!
Me la ha quitao el niñato, y parece que le gusta más que a mí. (Por cierto, con la de chicha que tengo en mi historial de troleo en Wikipedia, y no ha encontrao nada mejor... tsk, tsk. De incompetentes está el mundo lleno.)
El niñato no deja que se le responda en su blog. Y tiene el inconveniente de que solo puede sacar basura vieja, mientras que él va generando.
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