Dado que alguien se ha cabreado y ha acabado con la secreta diversión, buscaremos otro entretenimiento (para que no me tachen de críptico los que no están en el ajo: han puesto moderación en la lista supersecreta).
Resulta que un político de tercera fila valenciano está intentando amenazar a los editores para borrar un oscuro episodio de su vida. Sinceramente, el episodio me parece trivial dentro de una vida trivial, pero las amenazas no me lo parecen.
Así que, dándole vueltas al asunto, he ido a por la mayor, que es: ¿es este señor relevante? Políticamente no, la lista que encabezaba sacó poco más de 5 000 votos en una ciudad como Valencia (¡esperaba sacar un concejal!). Socialmente, menos, su postura de negacionismo científico de evidencias filológicas respecto de la unidad de la lengua valenciana-catalano-balear es muy minoritaria y la Batalla de Valencia hace años que acabó. La utilización política de la cuestión lingüística ya no es rentable para los grandes partidos de la derecha que han sabido relegar a estos sectores radicales.
Sentandreu apenas es conocido fuera de la ciudad de Valencia y en ella es conocido por sus años universitarios, en los que se dice que encabezaba a los que daban palizas a los estudiantes, por sus broncas y manifestaciones (menos multitudinarias de lo que a él le gustaría o dice), por insultar a los policías y, últimamente, por haber pasado la noche en los calabozos tras encontrarle la policía discutiendo con una ex-fallera mayor, número dos de su partido y con la que, según se dijo y él niega, mantuvo una relación extramatrimonial. Además preside una patronal de Centros Especiales de Empleo, desde la que se impide, a juicio de las centrales sindicales representativas (principalmente CC.OO.) que los empleados de este sector cobren un sueldo digno.
Sentandreu es acusado de megalómano y lo bien cierto es que todo lo que le pasa es a su entender fruto de una conspiración de los que denuncia... pero es que él denuncia a todo el mundo. Ve a todo el mundo como su enemigo y es cierto que amigos no tiene, pero enemigos tampoco pues si no es relevante enciclopédicamente, en la vida social valenciana, tampoco.
Sacar con una espuerta al sol
Hace 7 años
3 comentarios:
¡Pues vaya joya el muchacho!
Y porque me tengo que morder la lengua (a riesgo de envenenarme, no dejo de tenerle cierto miedo desde que se ha puesto brackets).
De políticos gilipollas: liberanos, Domine...
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