martes, 26 de agosto de 2008

No dejes que la verdad te estropee una buena noticia

Este es un aforismo del periodismo que siempre me ha gustado, tal vez porque es irónico. La ironía es el humor de las personas inteligentes y no les gusta a otros porque sienten que se están perdiendo algo. Decía uno que el humor, la risa, es lo que diferencia a los humanos del resto de los animales; yo creo que es la ironía. El Sr. Spock no tenía sentimientos, no era por tanto capaz de la ironía, no podía ser inteligente, Star Treck tenía fallos de bulto

Lo mismo pasa con la Habitación china, ningún robot, ningún Deep Blue, podrá nunca pasarla mientras sea incapaz de la ironía.

Sin embargo, como digo, no está al alcance de todos. Es sabido que la frontalización cerebral se produce tan tarde como entre los 18 y los 22 años y no en todas las personas, pudiendo además impedirla el consumo de drogas entre otros factores (especialmente éxtasis, coca y alcohol).

Digo que no está al alcance de todos y me baso en que algunos ¿periodistas? no han entendido que el aforismo es irónico y no han dudado en inventarse una conversación entre los pilotos del avión siniestrado la semana pasada en Barajas.

En wikipedia, por ejemplo, casi todos damos mucha importancia a no ser fuente primaria de datos, no es nuestra función sino que es divulgativa. Este impresentable se pasa las fuentes y la veracidad por el forro de sus respetos y pone a sus colegas en la picota, no por el tratamiento de la noticia, sino por atacar los pilares en los que todo su mundo se asienta.


Actualización del 27 de agosto

Pero lo mejor en estos casos es el mantenella y no enmendalla. ¿En qué universidad de periodismos estudian estos ineptos? A ver si alguien sabe quién puede estar dándoles lecciones de poco juicio, cicaterismo y ruindad.

1 comentario:

Martín dijo...

En fin, ya se sabe que la ética periodista suele brillar por su ausencia. Acojonante me parece por ejemplo en este caso cuando se ponen en la puerta de los tanatorios y preguntan, a un pobre hombre medio llorando, literalmente: ¿oye, a ti quien se te ha muerto?. A mi me pregunta un periodista eso saliendo un tanatorio y no se si le escupiría o le partiría la cara. Tengo que decidirlo. Luego eso sí, quieren parecer más buenos que el papa escribiendo artículos como el que pones de el país, asegurando que ellos nunca lo harían. Ja.