lunes, 12 de enero de 2009

Historias que me cuenta Martín: La Luna

Martín siente atracción por la Luna. Siempre sabe dónde está, la mira y me la señala. Cuando el Sol y la Luna están visibles me cuenta que el Sol, envidioso de la belleza de la Luna, no quiere irse y se hace el remolón; pero es un error, me cuenta, porque al estar los dos todo el mundo se da cuenta de que la luna es más bonita.

La Luna tiene cuatro fases, pero Martín nunca acaba de aclararse con las fases de la Luna y me lo pregunta: "¿Está creciente?" o "¿Está menguante?".

Ayer la Luna estaba llena. Todo el día había estado saliendo el sol, nuboso, lloviendo... y vuelta a empezar.

Por la noche volvíamos a casa del centro comercial en el que nos refugiamos cuando llueve para que Martín y Pablo puedan estirar las piernas y, desde el coche, Martín me contó su historia:

-Mira papá, la Luna quiere salir y las nubes no le dejan. Pero yo he soplado enseguida saldrá muy blanca. Si la Luna quiere está tan bonita delante como detrás de las nubes, pero ya le he dicho que salga porque he soplado a las nubes.

Luego, antes de entrar a casa, se paró y me apretó fuerte la mano. Me agaché y me confesó al oído:

-Papá, algún día estiraré la mano y cogeré la Luna para traérmela a casa.

2 comentarios:

Unknown dijo...

"Felicidades, señora. Ha tenido usted un precioso poeta."

Este niño promete...

dezaragoza dijo...

Cojonudo. Todavía estoy sonriendo como un bobo... y disfrutando como un enano.