viernes, 4 de diciembre de 2009

Vocación

Hay cosas para las que uno sirve y cosas a las que uno se dedica.

La ministra González-Sinde no sabemos para lo que sirve, pero se dedica a la política, tras pasar por el cine. Al cine llegó por ser hija del director y productor de nombre José María e idéntico apellido compuesto, conocido por... conocido, vamos. A la política llegó para defender los derechos de autor.

El ministro Sebastián se dedica a la política, pero sería un gran relaciones públicas. Debe ser el único imbécil que tras destapar un escándalo de corrupción financiero-sexual de un rival político logra que este aumente su popularidad mientras que él no consigue más que perder los votos y el respeto de sus electores. Como político, mal, como relaciones públicas, excelente, lo debió vender tan bien a Zapatero que lo ascendieron a ministro.

Estos dos perfectos ineptos (para algunas cosas) tienen un fuerte enfrentamiento personal. Lo que ha llevado a que Zapatero los destituya a ambos Sebastián haya filtrado las aportaciones de la G-S a la ley de sostenibilidad, cargándose cualquier posible beneficio político que esperaran de esta iniciativa.

A G-S Sebastián se la ha metido hasta la garganta, con lo que nos quedan tres posibles escenarios:
  1. Ambos dimiten / son cesados.
  2. Dimite /es fulminantemente cesado Sebastián por volver a jugar sucio.
  3. Dimite /es fulminantemente cesada G-S por proponer gilipolleces medidas no sensatas.
  4. Se retira este punto de la ley y ambos continúan.
Personalmente, pienso que lo digno es lo de la primera opción. Por desgracia me temo que va a ser la cuarta.

Por eso y volviendo al tema con el que empezaba, tengo claro que mi voto le sirve al PSOE, pero me temo que se lo voy a dejar de dedicar para volver a IU en las próximas.

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